Instituto de Agrobiotecnología de Rosario

rosario98234894El moderno edificio del Instituto de Agrobiotecnología de Rosario (Indear) es una realidad

Los laboratorios de secuencia y genómica, bioinformática, molecular farming, molecular breeding y de cultivos de tejidos vegetales ya están listos y poblados por más de 50 profesionales que se desempeñan en la compañía del grupo Bioceres.

Tras marchas y contramarchas llegó la inauguración del Indear, que se encuentra ubicado en el predio del Centro Científico Tecnológico (CCT) Rosario en Ocampo y Esmeralda, y se concretó así el proyecto que nació en 2004 con la firma de un acuerdo marco con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y demandó una inversión de 17 millones de dólares.

El edificio se ejecutó mediante un concurso de proyectos de arquitecturas, tres consultas de precio privadas y ocho licitaciones públicas nacionales y apoyadas y financiadas por el Fondo Tecnológico Argentino (Fontar) del Ministerio Nacional de Ciencia y Tecnología y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Durante el recorrido se tuvo acceso a la planta baja del instituto que alberga plataformas de pirosecuenciación genómica, bioinformática y transformación vegetal, además de los equipos de molecular farming y molecular breeding. También hay un amplio subsuelo con depósitos y oficinas administrativas en la planta alta, que estarán en pleno funcionamiento el lunes.

La presentación en sociedad del Indear estuvo a cargo de Federico Trucco, gerente del instituto, quien brindó un minucioso detalle de los proyectos de investigación que se están llevando adelante. Entre ellos se encuentran, la producción de quimosina en plantas de cártamo, la investigación de nuevas variedades de amaranto, cultivos con tolerancia a estrés hídrico y salino, maíz tolerante al mal de Río Cuarto, la generación de herramientas para la transformación de plantas con fines biotecnológicos de mejoramiento y el acortamiento de ciclo de las plantas.

 
En rigor, Trucco se mostró muy entusiasmado con los resultados que se puedan lograr en el corto plazo en el laboratorio de molecular farming, la disciplina que usa a las plantas como biorreactores para producir proteínas recombinantes y otras moléculas biológicas de interés comercial.
 
"El futuro de las enzimas es muy promisorio, transformar las azúcares en energía hacen al bioetanol más competitivo, de segunda generación. Este es un mercado de 21 mil millones de dólares y hay que ver Argentina qué lugar ocupa. En 2011 la Argentina puede convertirse en el primer país en comercializar molecular farming", indicó Trucco.
 
Usar a las plantas como fábricas productoras de proteínas recombinantes tiene varias ventajas en comparación con la fermentación clásica de bacterias, hongos, levaduras, células animales y de insecto. El programa de molecular farming radica en utilizar a las semillas como biorreactores para producir enzimas requeridas para diferentes aplicaciones industriales.

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