Premio Nobel de Física para Englert y Higgs por la «partícula de Dios»

nobelfisica2013

Peter Higgs y François Englert predijeron la existencia de esta escurridiza partícula, responsable de dar masa a todas las demás y que reafirma el Modelo Estándar de la Física.

Este año no había lugar a dudas. Si no eran ellos, ¿quién podría llevarse el premio? No existía ninguna otra investigación en el campo de la Física que superara estos impresionantes resultados, aunque la tardanza de los miembros de la Real Academia Sueca de las Ciencias en Estocolmo en dar el anuncio -alrededor de una hora y con varios retrasos- hacía pensar que existía alguna duda. Pero no, como todo el mundo esperaba, los «padres» del famoso bosón de Higgs, el físico escocés Peter Higgs y su colega belga Francçois Englert, han ganado el Nobel de Física 2013 por el descubrimiento de esta escurridiza partícula que da masa a todas las demás y que reafirma el Modelo Estándar de la Física. Sin su existencia, el Universo no existiría tal y como lo conocemos. Fuera del premio han quedado los físicos de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) que con sus experimentos confimaron la existencia del bosón, quizás porque la Academia Karolinska no suele distinguir a instituciones.

Higgs, de 84 años, (Universidad de Edimburgo en Escocia), Englert, de 81 (Universidad Libre de Bruselas y la de Chapman en California), y el físico belga Robert Brout, fallecido en el año 2011, predijeron en 1964 la existencia de un bosón popularmente conocido como el de Higgs o «la partícula de Dios», aunque al británico no le gustara el término. Desde entonces, la partícula ha sido buscada sin descanso. Por fin, en julio del pasado año, los físicos de CMS y ATLAS, los dos mayores experimentos del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), ubicado en el CERN, cerca de Ginebra, en Suiza, confirmaban que, en efecto, habían encontrado una partícula que coincidía con la descripción. Existía y era el mismo bosón que predice y completa el Modelo Estándar. El hallazgo se hizo merecedor del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2013 y fue reconocido por la revista Science como la investigación del año.

Higgs, «abrumado»

Entonces, en esa primera presentación, el veterano Higgs no pudo contener las lágrimas. Lo que este físico tímido y sencillo llevaba sosteniendo desde hace tanto tiempo y que llevaba su nombre se había convertido en una realidad probada. Esta mañana, en cuanto conoció que había recibido el Nobel, el físico británico ha admitido sentirse «abrumado». En una declaración divulgada a través de la Universidad de Edimburgo, el investigador también ha querido felicitar a todos los que han trabajado para conseguir este avance.

La teoría de Higgs explica que existe un campo que permea todo el Universo, y las partículas se mueven a través de ese campo igual que peces en el agua. La masa sería precisamente la cantidad de resistencia encontrada por las partículas al moverse por el campo de Higgs. Algunas partículas, como los fotones, no tienen masa y pueden viajar a la velocidad de la luz. Todas las demás (protones, electrones, neutrones…) se mueven más despacio porque se encuentran con esa resistencia e interactúan con las «piezas» mínimas que componen el campo, esto es, los bosones de Higgs.

Cuando colisionan con ellos, las partículas pasan de ser «paquetes de energía» a «paquetes de materia». De esta forma, se crean todos los objetos sólidos, desde las estrellas al más diminuto insecto, pasando, por supuesto, por nosotros mismos.

La confirmación de la existencia del bosón de Higgs ha requerido la participación de miles de investigadores y una inversión de al menos 5.500 millones de dólares. También ha tenido participación española. El coodinador del Centro Nacional de Física de Partículas, Astropartículas y Nuclear (CPAN), Antonio Pich, ha destacado la participación de los físicos españoles en el hallazgo del bosón. «Estamos todos muy orgullosos», ha señalado.

Aún no está claro a dónde conducirá este descubrimiento en el campo de la Física, considerado uno de los mayores del siglo, pero su impacto es innegable.

Historia del Nobel de Física

El Premio Nobel de Física es uno de los cinco galardones instituidos en su testamento por el magnate sueco e inventor de la dinamita Alfred Nobel y está dotado con 8 millones de coronas suecas (unos 922.000 euros). Fue concedido por primera vez en 1901, después de promulgados los Estatutos de la Fundación Nobel, y su ganador fue el alemán Wilhem Roetgen, descubridor de los rayos X.

Fue declarado desierto, o no se otorgó, en 1916, 1931, 1934, 1940, 1941 y 1942. La lista de galardonados con este premio la integran 193 personas, de ellas, 191 hombres y solo dos mujeres: Marie Curie (1903), que obtuvo también el Nobel de Química, en 1911, y María Goeppert-Meyer (1963). Además, uno de los premiados, el estadounidense, John Bardeen, lo fue en dos ocasiones (1956 y 1972).

Entre los galardonados con el Nobel de Física están figuras tan destacadas como Guillermo Marconi (1909), inventor de la radio; Max Plank (1918), padre de la teoría cuántica; Albert Einstein, artífice de la teoría de la relatividad, pero que recibió el Nobel en 1921 por su explicación del efecto fotoeléctrico y sus estudios de física teórica, o Enrico Fermi (1938), premiado por sus trabajos sobre la descomposición del átomo.

En 2012 recibieron el premio el francés Serge Haroche y el estadounidense David J. Wineland, por sus aportaciones a la física cuántica.

 

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