ROSETA y CHURYUMOV-GERASIMENKO

 
philae-2El júbilo y los aplausos estallaron en la sede de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) en Darmstadt cuando la señal de Rosetta confirmó  que se había estrellado, de forma controlada, contra el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.

Coincidiendo con el éxito de la misión llegaron las últimas imágenes de la cámara OSIRIS que el científico principal de la cámara OSIRIS del Instituto Max-Planck de Investigación del Sistema Solar, Holger Sierks, mandó desde su propia sala de control. La última imagen muestra una roca errática en un canchal de piedras (terreno pedregoso).
Misión cumplida

Al director del proyecto, Matt Taylor, le faltaban las palabras: «¿Qué puedo decir?”, se preguntó, comparando aturdido a Rosetta con una banda de rock. «Rosetta es Rock’n Roll”, dijo abandonando el estrado con dificultad para contener las lágrimas.
Los últimos minutos de la Misión Rosetta acabaron siendo un cúmulo de emociones para todos los involucrados en el proyecto.

Paolo Ferri, director del control de satélites, dijo con sinceridad en entrevista con DW : «Para mí prevalece la tristeza. Cuando alguien ha trabajado tanto tiempo en un proyecto puede permitirse llorar”.

Pero sobre todas estas emociones prevalece el orgullo del éxito. Roberto Battiston, presidente de la Agencia Espacial Italiana (ASI), asegura que «la misión nos ha dejado muchas preguntas, pero aún más respuestas. Ha resultado ser ciencia en su mejor versión”.

También otros científicos que participaron desde el principio y durante los doce años que ha durado la misión se mostraban desgarrados. «Siento gratitud y orgullo porque ha sido un proyecto en el que hemos tenido que convencer a muchas personas con capacidad de decisión”, dice como ejemplo Gerhard Schwehm. «Ahora vemos que los resultados han cambiado la imagen que teníamos del sistema solar”, añade.

Jean-Pierre Bibring, jefe científico del módulo de aterrizaje Philae, recuerda que el aterrizaje fallido del robot Philae hace dos años en el cometa fue un gran éxito. A pesar de que, tras dar dos pequeños saltos, Philae cayó en una grieta y se perdió el contacto. De ese accidente sacamos muchas conclusiones, explica Bibring, «que nos han ayudado a entender de qué está compuesta la superficie del cometa”.

La última señal transmitida por Rosetta supuso el fin de la misión de la sonda. Al proyecto Rosetta, sin embargo, le queda mucho recorrido. Los innumerables datos que ha recogido y enviado a la Tierra la sonda tendrán que ser evaluados en los próximos años. A los investigadores, por tanto, les queda aún mucho trabajo por hacer. Además es probable que surjan nuevas ideas y sorpresas acerca de los cometas, el sistema solar y, tal vez incluso, sobre el origen del universo y de nuestro planeta.

DW

 

 

 

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