NUEVO ESCENARIO MACROECONÓMICO. LA MAQUINARIA AGRÍCOLA Y EL IMPACTO EN EL SECTOR

 

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Cómo se acomoda la maquinaria al nuevo escenario macroeconómico

28/01/2014

Carlos Castellani, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), trazó una primera lectura del impacto de las nuevas medidas en el sector. Devaluación, incertidumbre, mayores costos, financiamiento y oportunidades de exportación son algunos de los puntos abordados.

 Por Mariana Scalerandi.

En diálogo con MaquiNAC, el presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), Carlos castellani, trazó una primera lectura del impacto del nuevo escenario macroeconómico para la industria de los fierros que mueven al campo. A continuación, repasamos los puntos principales:

Impacto inicial. Al igual que la mayoría de los sectores, las fábricas de maquinaria se vieron obligadas a paralizar las ventas por unos días hasta tener más precisiones de las medidas anunciadas y ver la evolución de la moneda norteamericana. El proceso de comercialización en el sector comenzó a ponerse en marcha ayer, lentamente, con un ajuste de precios lógicos, como consecuencia de la devaluación del peso.

 Incertidumbre. La inestabilidad cambiaria y la incertidumbre macroeconómica repercuten en la totalidad de los sectores de la economía argentina. La industria de la maquinaria agrícola no es la excepción, máxime cuando el sector está expuesto a los vaivenes del tipo de cambio a la hora de comprar insumos y fijar precios, al tiempo que demanda condiciones de previsibilidad, como cualquier actividad vinculada a la producción de bienes de capital.

 

Mayores costos. La devaluación del peso incrementa los costos internos del sector, lo cual se traduce en un ajuste de precios que se trasladan a los productos.

 

Insumos importados. Además de su impacto en los costos generales, la fuerte suba de la divisa genera inconvenientes para el aprovisionamiento de agropartes importadas, al tiempo que reduce los plazos de financiamiento de insumos industriales.

 

Exportaciones. Por contrapartida, la devaluación abre un escenario más interesante para el comercio exterior de maquinarias. El incremento del tipo de cambio permite recuperar parte de la competitividad perdida durante los últimos años, a consecuencia del incremento de los costos internos por encima de la evolución del dólar. No obstante, Castellani advierte que en la actualidad casi el 80% de los equipos fabricados en Argentina se destina al mercado interno, por lo que el incremento de las ventas al exterior incidiría en una porción minoritaria de la actividad.

 

Cotizaciones agrícolas. Aunque su impacto es indirecto para la industria de la maquinaria, un tema que podría repercutir positivamente en la demanda interna de equipos es el incremento de los precios de los granos como consecuencia del ajuste cambiario. A ello se agregan las buenas perspectivas de cosecha que se vislumbran para esta campaña.

 

Financiamiento. Un tema de crucial importancia será la evolución de los créditos a tasas subsidiadas que se venían otorgando para la adquisición de maquinaria nacional, fundamentalmente a través del Banco Nación. La virtual paralización de estas líneas genera inquietud en la industria, aunque habrá que ver en las próximas semanas si se trata de una medida coyuntural de los bancos (hasta que aclare el panorama macroeconómico) o si es de carácter permanente (Ver: Preocupa la suspensión de créditos subsidiados del Banco Nación). Castellani adelantó que desde CAFMA pedirán al Gobierno Nacional que no se reduzca la financiación, ya que fue la principal herramienta que impulsó el movimiento del mercado en 2013. En ese sentido, hay que recordar que las empresas del rubro realizaron numerosas operaciones gracias a los préstamos a cinco años de plazo, con tasas fijas en pesos del 7,5% anual, del Banco Nación; o instrumentos similares, como la línea de créditos del Banco de Córdoba en el marco de un convenio con la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba (AFAMAC).

 

Síntesis. En suma, los coletazos del cimbronazo cambiario dan lugar para lecturas múltiples, cuyas consecuencias finales recién se podrán mensurar debidamente con el paso del tiempo. Por el lado negativo, los impactos iniciales ya están a la vista: incertidumbre macroeconómica, paralización de la cadena comercial, mayores costos, dificultades de aprovisionamiento y trabas a la financiación. Por el lado positivo, la recuperación de la competitividad (si la devaluación no se traslada íntegramente a los costos) y las mayores oportunidades de exportación aparecen como los aspectos más alentadores del nuevo escenario, máxime cuando la misma devaluación debería tener su correlato en los precios de los productos agrícolas.

 

 

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