LA CARRERA POR LOS RESPIRADORES. Argentina y sus Proyectos

Es un dispositivo esencial para los hospitales que atenderán a enfermos de COVID-19.

 

La cuarentena no sólo aplana la curva de contagios, sino también da tiempo a los sistemas de salud a alistarse para cuando llegue el pico de enfermos graves. Dentro de esa preparación, hay elementos indispensables que escasean. Por eso el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) trabaja en el desarrollo de un respirador de bajo costo para tener disponible a la brevedad.

Contar con el equipamiento de terapia intensiva adecuado para atender a pacientes con insuficiencias respiratorias agudas es uno de los mayores desafíos que enfrentan en estos días los centros de salud argentinos.

El trabajo del INTI, basado en lo propuesto originalmente por el Massachussets Institute of Technology (MIT), consiste en la automatización de una bolsa de ventilación manual de siliconas (comúnmente conocida como AMBU – Airway Mask Bag Unit), un dispositivo que los hospitales utilizan como apoyo respiratorio en situaciones de emergencia.

«Se trata de un sistema simple, que utiliza un motor para accionar una leva, que, a su vez, comprime la bolsa del resucitador manual y lo libera ajustando el volumen de aire suministrado en cada inhalación, la frecuencia de bombeo y la relación entre inhalación y exhalación, entre otros parámetros», explican desde la web del organismo.

 

El INTI trabaja en el desarrollo de un respirador de bajo costo para tener disponible a la brevedad. (Foto: INTI)

“Decidimos fusionar nuestro proyecto con la iniciativa AMBU-AUT de la empresa MW S.A., liderada por Rafael Dahl, a partir de la convergencia entre ambos desarrollos y la posibilidad de obtener una escala de producción en el orden de mil equipos por día», explica el presidente del INTI, Rubén Geneyro.

Además, están incorporando al proyecto a «clientes tradicionales» del Instituto, como Aeromedical, Metalcrafter, Microlux y Fia Implantes, con capacidad de inyección en ambiente controlado y métodos de esterilización y envasado validados por ANMAT para la fabricación de los AMBU. «Todo ello es muy importante para garantizar el cumplimiento de los estándares sanitarios”, agrega.

Hubo una reunión entre técnicos del INTI, autoridades de Fabricaciones Militares y especialistas de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) para ajustar las funcionalidades del equipo y poder comenzar con los ensayos preliminares lo antes posible.

“Ante la emergencia desatada por el COVID-19, debemos hacer un reconocimiento al compromiso y el esfuerzo que profesionales y técnicos del INTI están realizando para concretar este proyecto y brindar un aporte desde el Instituto”, finalizó Geneyro.

 

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