PREOCUPACIÓN EN LOS EXPERTOS DEL TIEMPO. «DESCALABRO CLIMÁTICO»

Argentina –   Inundaciones: el INTA alerta sobre abundantes precipitaciones en zonas ya afectadas. Se están cumpliendo los (indeseados) pronósticos.

Los expertos están preocupados por el desarrollo de los acontecimientos.  Se encuentran ante una indeseada y dual realidad: precisión en los pronósticos e interrogantes sobre una posible tecnología de prevención y remediación. El problema de la saturación de las napas.
 

Semana del 14 al 21 de enero 2017 – De acuerdo con las estimaciones del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar, para este fin de semana se esperan para algunas zonas de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos entre 75 y 100 milímetros, que se suman a los 400 registrados en las últimas semanas.

 
Si bien diciembre y enero suelen ser los meses de mayor variabilidad en la disponibilidad hídrica, este año se intensificó y ubicó a Santa Fe entre las provincias más afectadas por las inundaciones. Así, en las últimas semanas se registraron entre 350 y 450 milímetros de precipitaciones en el centro y sur de la provincia.

De acuerdo con un reciente informe del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar, se estiman para este fin de semana “chaparrones, tormentas y abundantes precipitaciones para las zonas ya afectadas por las inundaciones con la probable caída de entre 75 y 100 milímetros, dada la masa de aire tropical sobre el centro del país”.

Según las estimaciones de último momento, este evento climático podría podría concentrarse en el este de Córdoba, desde el área de Corral de Bustos a Morteros,  todo el centro de Santa Fe, al norte de la ruta 33 y ruta 9, incluidas las ciudades de Rafaela y Sunchales, y el centro norte de Entre Ríos. Las áreas afectadas abarcan los centros urbanos de Paraná y Santa Fe, Rafaela, Sunchales, San Francisco, Marcos Juárez. El momento mas intensidad podría ser entre las 9 y las 15 hs.

Asimismo, el domingo por la noche y lunes continuaría el evento sobre Entre Ríos, sur de Corrientes y la Cuenca del río Uruguay.

“Las lluvias –detalla el informe–, estimadas para los próximos días en Santa Fe, afectarán esta zona semanalmente y mermarán en febrero y marzo pero, la dinámica de napas hará lenta toda recuperación”.

En este contexto, desde el Instituto instan a “seguir con frecuencia los pronósticos para el fin de semana y alertas que elabora el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), interfaces web y en celulares para el seguimiento de tormentas, como son los datos de la red de radares del INTA, por la probabilidad de riesgos importantes para el fin de semana, dado que especialmente durante el día domingo se focalizan estas lluvias sobre los sitios ya afectados”.

A su vez, recomiendan “tomar las previsiones del caso, adelantar actividades de manejo o logística, movimiento de hacienda, alimentación de rodeos, prevenciones en casas o urbanizaciones en áreas bajas o en cercanía a cauces”.

“Dada la continuidad de eventos y la dinámica de napas, esta situación de afectación y emergencia podría prolongarse hasta la próxima primavera en las áreas más bajas”, agrega.

En contrapartida, para las zonas semiáridas y subhúmedas de San Luis, norte de La Pampa y oeste de Córdoba las precipitaciones mejorarían el estado de las reservas de agua el suelo. Las áreas afectadas sequía y fuegos del sudoeste de Buenos Aires, La Pampa y Río Negro recién hay probabilidad de precipitaciones para la última semana de enero.

Adaptarse para convivir con el cambio climático

Para Pablo Mercuri –director de Centro de Investigaciones de Recursos Naturales del INTA Castelar– resulta “imprescindible” la anticipación a los riesgos para convivir mejor con la variabilidad climática interanual y geográfica.

En este sentido, fue más allá y aseguró que “el acelerado descalabro climático puso a la ciencia en deuda con la sociedad” y agregó: “Debemos trabajar sobre los extremos de los análisis climáticos, concretar obras y sistemas de monitoreo y, por sobre todo, implementar estrategias de adaptación para minimizar el impacto de los riesgos climáticos”.

“Luego de que el año comience con un enfriamiento leve, el Océano Pacífico está en condiciones neutras”, detalló Mercuri quien, además, explicó: “Son otros los factores atmosféricos y oceánico que influyen en la continuidad de este ciclo húmedo sobre el centro del país”.

De acuerdo con el especialista, fueron las condiciones antecedentes del Niño 2015-16 las que incrementaron las situaciones de riesgo hídrico y emergencia. “Es que las napas quedaron cercanas o en superficie y los sectores bajos y deprimidos ocupados por aguas superficiales”, detalló. 

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