GARRAPATAS Y ENFERMEDAD. EUROPA ANTE EL PROBLEMA DE LA «ENFERMEDAD HEMORRÁGICA CRIMEA-CONGO»

José Antonio Oteo, experto en artrópodos vectores de enfermedades“La gente no es consciente de lo que supone una picadura de garrapata”

Desde hace años, José Antonio Oteo (Haro, 1960) lucha por acabar con la creencia de que las garrapatas son solo bichos repugnantes pero inofensivos. En La Rioja, España, dirige el Laboratorio de Patógenos Especiales del Centro de Investigación Biomédica, y es pionero en el estudio de dolencias que no han sido descritas con anterioridad.

Por Verónica Fuentes | | 05 septiembre 2016 
José Antonio Oteo es también jefe del Área de Gestión Clínica de Enfermedades Infecciosas del Hospital San Pedro de La Rioja. / CIBIR
La fiebre hemorrágica no es endémica en España, ¿es fácil pronosticar cómo ha llegado hasta aquí?

Nuestra hipótesis es que el virus ha entrado mediante garrapatas infectadas transportadas por aves migradoras desde África.

Esta suposición está reforzada por un estudio realizado en nuestro centro en el que se detectó virus en garrapatas de aves recogidas en Marruecos.

La secuencia genética de estos virus era similar a la que encontramos en las garrapatas recogidas en España sobre ciervos. Pero no podemos descartar otras vías de entrada, como el intercambio de ganado con otros países. Hay que esperar ahora a conocer qué secuencia genética tiene el virus que ha provocado el caso en el paciente de España.

“Creemos que el virus ha entrado en España mediante garrapatas transportadas por aves migradoras desde África”
¿Se conoce la tasa de transmisión entre humanos de este tipo de patología o estamos ante un caso excepcional?

La mayoría de las personas que se expone al virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo tras una picadura de garrapata no va a desarrollar la enfermedad. Se estima que como mucho un 20% de las personas sufren el cuadro clínico. Lo normal es que el paciente no se entere de que ha estado expuesto o, como mucho, presentará un cuadro de fiebre y dolores musculares, como sucede con otras enfermedades víricas.

Solo si se desarrolla el cuadro de una fiebre con complicaciones hemorrágicas es cuando existe el riesgo para las personas que se ponen en contacto con las secreciones del paciente. Esto es lo que suele suceder en el entorno sanitario. No es fácil conocer el riesgo de transmisión ya que, aunque hay muchos casos documentados, no se puede hacer una estadística por razones obvias. En todo caso parece menos contagioso que el virus del Ébola.

¿Cuántas patologías son capaces de contagiar las garrapatas?

Hay muchas enfermedades transmitidas por garrapatas. El número y tipo varía en función de la zona geográfica y de los parásitos de este tipo que circulen en dicha zona. En España las más importantes para la salud humana son principalmente bacterianas, como la enfermedad de Lyme, la fiebre botonosa, la anaplasmosis, la tularemia y la babesiosis. También existen otras no puramente infecciosas, como la parálisis neurotóxica.

“La mayoría de las personas expuestas al virus de la fiebre de Crimea-Congo por una picadura de garrapata no desarrolla la enfermedad”
Sin embargo, la actual alarma sanitaria está causada por un virus…

Sí. A la lista hay que sumar enfermedades víricas, como los actuales casos de fiebre hemorrágica provocada por el virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, que ya hace años detectamos circulando por España.

¿Se diagnostican fácilmente estas patologías?

Un determinado cuadro clínico en un ambiente de posibilidad de picaduras de garrapata nos debe poner en alerta. Hoy en día los médicos conocen estas enfermedades y continuamente se dan charlas de formación. En cuanto a las técnicas de diagnóstico en el laboratorio, tenemos muchas herramientas pero su éxito depende del diagnóstico presuntivo y el tipo de muestras clínicas disponibles.

¿Considera que la sociedad es consciente de lo que puede suponer una picadura de garrapata?

No, definitivamente no. En encuestas realizadas en diferentes grupos poblacionales, todavía hay muchas personas que piensan que se trata de bichos repugnantes que chupan sangre pero son inofensivos. De hecho, ¡se las arrancan con la mano! Somos muchos los que llevamos años trabajando en el estudio de las enfermedades transmitidas por garrapatas e intentando darlas a conocer. El conocimiento cada vez es mayor, aunque queda mucho camino por recorrer.

¿Debemos tenerle más miedo a las picaduras de mosquitos o a las de garrapatas?

En nuestro medio a las garrapatas, sin perder respeto a los mosquitos. En todo caso, no es una cuestión de miedo sino de precaución. No hay enfermedad infecciosa que se contagie de forma más rápida y peligrosa que el miedo.

“El calentamiento global que estamos sufriendo puede hacer que las garrapatas se vuelvan más agresivas”
¿Cuáles son las recomendaciones para evitar la picadura de garrapatas y la posible diseminación de enfermedades?

La prevención de picaduras es la medida más eficaz. Hay que evitar el contacto con garrapatas y, si no es posible, evitar las zonas en las que habitan, usar repelentes y vestir con la protección adecuada: prendas largas y de colores claros, zapato cerrado, camisa dentro de pantalones, calcetines sobre estos, y gorro.

Al final de la jornada se debe revisar el cuerpo en busca de posibles garrapatas y, de haber sido picados, retirarlas con pinzas lo antes posible y guardarlas al menos dos semanas hasta estar seguros de no tener ningún signo de enfermedad. En caso de duda, hay que acudir al entorno sanitario e informar de que ha podido ser picado.

¿Cómo influye el cambio climático en estos vectores?

El cambio de las condiciones ambientales afecta a la distribución de los artrópodos vectores, como estamos viendo con el mosquito tigre. En el caso de las garrapatas, parece que el calentamiento que estamos sufriendo puede hacer que se vuelvan más agresivas.

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