El BCRA recurrió al Bapro y al Banco Nación para intentar frenar la escalada del dólar

01Igualmente, ayer las reservas cayeron otros US$ 100 millones; buscan achicar la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo.

El Banco Central (BCRA) intentó por un día desviar la atención del mercado, y en lugar de intervenir en la plaza cambiaria para abastecer la demanda de dólares, tal como viene haciéndolo hace semanas, optó ayer por delegar esa tarea en los dos principales bancos públicos del mercado: el Provincia de Buenos Aires y el Nación.

 

Fuentes del sector financiero confirmaron que las dos principales entidades públicas vendieron durante la rueda casi tantos dólares como venía vendiendo en los últimos días el BCRA. «El Banco Central no apareció. Pero entre el Provincia y el Nación deben haber vendido durante la rueda unos US$ 120 millones», estimó el responsable de cambios de un banco de primera línea.

 

Según confiaron, los bancos públicos no sólo habrían usado dólares propios de su cartera para intervenir en la plaza cambiaria, sino que también habrían vendido divisas por cuenta y orden del BCRA.

 

Las reservas del Central, de hecho, volvieron a caer ayer US$ 100 millones, y cerraron en US$ 31.300 millones, de acuerdo con los datos provisionales que difundió a última hora la autoridad monetaria. El banco acumula en noviembre una caída en las reservas internacionales de US$ 2105 millones (6,3%), su peor resultado mensual en lo que va de 2013.

 

«Está todo el mundo en el mercado tratando de adivinar lo que se viene. Está claro que algo más van a tener que hacer para frenar la salida de divisas», deslizó un cambista, que pidió no ser identificado.

 

Por ahora, no obstante, la estrategia del BCRA se mantiene firme: la idea es achicar la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, para morigerar la salida de divisas por turismo (el dólar tarjeta ya se ubica en $ 7,35), y al mismo tiempo contener las expectativas de devaluación, aunque en el camino se sigan perdiendo reservas. Ayer, el billete en el mercado oficial subió casi dos centavos a $ 6,12, mientras que el paralelo bajó 0,97%, a 9,72 pesos.

 

ESCALADAS

 

El Central viene conteniendo la escalada del paralelo al intervenir sobre el denominado dólar de contado con liquidación. El «contado con liqui», como se lo conoce en la jerga financiera, es el tipo de cambio implícito que surge de comprar con pesos bonos en dólares en el mercado local, para luego venderlos en el extranjero y hacerse de las divisas allí.

 

Ayer, por caso, el BCRA vendió Boden 2015 y Bonar 17, dos tipos de bonos soberanos que tiene en cartera, y provocó una fuerte caída del «contado con liqui», que descendió 3,41% a 8,50 pesos. Hace dos semanas, el tipo de cambio implícito en el mercado bursátil arrojaba un dólar de 9,50 pesos.

 

«Algunas empresas, a estos precios, empiezan a ver el contado con liqui como barato. Eso puede terminar siendo un riesgo para el Banco Central», advirtió otro operador, que pidió no ser identificado. «El que tiene muchos pesos está comprando dólares vía contado», admitió.

 

DESALIENTO

 

En la City explican que la decisión del BCRA de acelerar el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial -pasó de un 30% anual a un 50% en los últimos días- también estaría desalentando a los exportadores a que liquiden las divisas que reciben por sus ventas en el extranjero, ya que especulan con obtener un mejor precio en el corto plazo.

 

Como hoy es feriado en los Estados Unidos (se celebra el Día de Acción de Gracias) y prácticamente no se prevén operaciones en el mercado cambiario, ayer hubo alguna oferta adicional de exportadores.

 

Pero tampoco fue suficiente para abastecer la demanda natural de importadores y de las empresas que deben cancelar sus deudas en el extranjero.

 

Juan Carlos Fábrega cumplió recién ayer su primera semana como presidente del Banco Central. Sin embargo, todavía no logró que la presidenta, Cristina Kirchner, complete el directorio del banco, que hoy por hoy no cuenta con la cantidad de miembros suficientes como para tener quórum para sesionar.

Frente a este escenario, algunos especulan que, hasta entonces, será difícil que el BCRA tome decisiones de política monetaria o bancaria que sean relevantes.

Es que para poder realizar cambios o sacar nuevas normas, Fábrega tiene que apelar en estos días al artículo 11° de la Carta Orgánica del BCRA, que lo autoriza a valerse sólo del visto bueno de dos directores, pero siempre y cuando «razones de urgencia fundadas así lo exijan». Además, las decisiones que se tomen bajo esta modalidad deberán ser sometidas a la votación del directorio en la primera reunión en la que exista quórum..

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