LA LUCHA POR UN BIEN ESCASO

La farmacéutica Astrazeneca tiene almacenadas cerca de 30 millones de dosis de vacunas en las neveras de una planta industrial cercana a Roma cuyo destino no está clara. Según publica este miércoles el diario ‘La Stampa’ de Turín, estas vacunas eran para el Reino Unido. Sin embargo, fuentes oficiales de Italia aseguran que su destino era Bélgica. Los fármacos localizados son casi el doble de los que ha recibido hasta ahora la UE por parte de la empresa anglosueca.

Ha sido Bruselas quien ha revelado a las autoridades italianas el lugar donde permanecen almacenadas las dosis, la industria Catalent, situada al sur de la capital italiana, que hoy ha sido inspeccionada. Bruselas ha criticado estos días con dureza al Gobierno de Londres por la captación de vacunas fabricadas en territorio comunitario.

Hasta ahora se suponía que la misión de la planta italiana era tan solo la de envasar las vacunas que le iban llegando, en este caso, del centro de producción que tiene AstraZeneca en la localidad belga de Seneffe (Bélgica). Al menos parte de este material habrían sido producido también en los Países Bajos por la firma Halix, una subcontrata de AstraZeneca con capacidad para generar 5 millones de dosis al mes, informa la agencia Bloomberg. Este centro de producción, sin embargo, no ha recibido aún el visto bueno de EMA europea, ya que la industria madre ha presentado los papeles con retraso, y no cuenta con el permiso de la UE para exportarla a Gran Bretaña.

Mecanismos de control
Sin embargo dispone del visto de Londres, que ya no está vinculada a la UE, para exportarlas al Reino Unido. La sospecha de la UE es que desde Halix han salido vacunas hacia Inglaterra por lo menos hasta el primero de febrero, cuando entró en vigor el reglamento europeo para el control de las exportaciones de vacunas. Sobre la base de dicho reglamento el Gobierno italiano del primer ministro Mario Draghi bloqueó a principios de mes una partida destinada a Australia. La Comisión Europea ha adoptado hoy cambios para endurecer el mecanismo de control y frenar la salida de cargamentos de laboratorios que no cumplen con sus contratos de venta a la UE..

El caso de la planta italiana ha surgido después de que el comisario europeo para el Mercado, el francés Thierry Breton, visitara la planta de Leida. Fue entonces cuando Breton sospechó que la industria estaba produciendo con normalidad, a pesar de no contar con los permisos.

Breton alertó al Gobierno de Roma, solicitando una inspección a la planta de Catalent, que al estar autorizada a envasar los viales le era fácil pasar desapercibida y almacenar una parte de la producción para el Reino Unido. Esto supondría, razonan las autoridades comunitarias, la existencia de un acuerdo entre AstraZeneca y el Gobierno británico en detrimento de la UE.

De confirmarse la sospecha, la conducta de AstraZeneca explicaría que hubiese presentado con retraso los papeles para producir también en la planta de Holanda: una manera de justificar los retrasos en las entregas a los países de la UE, pero produciendo dosis para enviar al Reino Unido.

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