Biosensores Nanométricos. Universidad de Yale

biosensores234El objetivo de Mark Reed, profesor de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Yale, es mejorar los biosensores nanotecnológicos.

Reed y sus colegas han informado de un gran avance en el diseño de biosensores electrónicos que se pueden regenerar y volver a utilizar repedidamente.

Imagine un enjambre de biosensores diminutos, de sólo unos pocos cientos de nanómetros de tamaño, que pueden detectar pequeñas cantidades de toxinas en el suministro de agua, o detectar las primeras señales de cáncer en la sangre. Ahora imagine que estos diminutos biosensores pueden regenerarse por sí mismos, lo que permite su uso repetido dentro de una masa de agua – o del cuerpo humano.

El objetivo de Mark Reed, profesor de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Yale, es mejorar los biosensores nanotecnológicos. Reed y sus colegas han informado de un gran avance en el diseño de biosensores electrónicos que se pueden regenerar y volver a utilizar repedidamente.

Los biosensores se utilizan para detectar y medir las toxinas en el medio ambiente; en el cuerpo pueden identificar biomarcadores químicos que señalan el inicio del cáncer y enfermedades, mediante la detección de cambios a nivel molecular. El laboratorio de Reed ha creado biosensores por medio de nanocables de silicio, configurados como transistores diminutos que son exponencialmente más sensibles que la tecnología de detección actual, además de ser más baratos, y más fáciles de usar.
 
La investigación más resiente de Reed, publicada en la revista ACS Nano, describe un método para añadir una capa de moléculas a la superficie del biosensor, que se pueden regenerar químicamente, lo que permite su reutilización. La capacidad de regeneración de los nanodispositivos biosensores los hace más útiles para aplicaciones tales como la vigilancia a distancia de toxinas o de amenazas biológicas.
 
Además de la detección de contaminantes y de toxinas, la tecnología de los biosensores tiene el potencial de transformar el cuidado de la salud, al permitir el diagnóstico de enfermedades mucho antes de que se pueden detectar por los métodos actuales, con lo que se posibilitaría el tratamiento en un estado mucho más temprano.
 
“La sabiduría convencional ha sido que los sensores no se pueden volver a utilizar y ha sido uno de los grandes retos del campo”, dice Reed. “Este descubrimiento es muy emocionante ya que esta tecnología tiene el potencial real de mejorar las aplicaciones tales como el diagnóstico del cáncer, el estudio de fármacos y la detección de contaminantes”.
 
Fuente: Yale University

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