SOJA y MAÍZ. PANORAMA

ARGENTINA.   Millones de toneladas menos: la cosecha de soja será una de las tres peores de la última década
Las Bolsas de Comercio de Rosario y de Cereales de Buenos Aires redujeron su perspectiva productiva. También bajan las proyecciones de maíz, pero están por encima del promedio histórico.

La esperanza que tenía el Gobierno y gran parte de los actores económicos de que la cosecha fuera nuevamente uno de los puntales para la recuperación, se diluye a medida que pasan las semanas y siguen sin aparecer las lluvias en la zona núcleo, la más productiva del país.

Las últimas perspectivas publicadas esta semana por las Bolsas de Cereales de Buenos Aires y de Comercio de Rosario (BCR) son elocuentes: redujeron de manera significativa sus pronósticos tanto para soja como para maíz.

En la oleaginosa, el impacto sería significativo: una de las tres peores cosechas de los últimos 12 años, de acuerdo con la entidad porteña. En el cereal, la reducción también es importante pero, como hace años viene incrementando su superficie sembrada, en términos históricos continuará por encima del promedio. 

 

Soja

En concreto, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires redujo de 46 millones de toneladas a 44 millones su estimación productiva. Esto es un 10 por ciento menos que las 49 millones de toneladas de la campaña anterior y la cifra podría aún reducirse más.

“No se descartan nuevas modificaciones en el volumen estimado, ya que los pronósticos en el corto plazo no son alentadores”, sintetizó la entidad en su Panorama Agrícola Semanal (PAS).

El repaso de la institución porteña por la coyuntura actual de la oleaginosa es desolador: “El clima seco continúa dominando gran parte de la superficie implantada de soja. A lo largo de febrero, el centro del área agrícola registro precipitaciones puntuales y de distribución heterogénea, insuficientes para frenar el progresivo deterioro del cultivo”. 

Además, hubo elevadas temperaturas durante pleno llenado de granos que causaron pérdidas irreversibles sobre los rindes esperados en las principales zonas productivas. 

Así, mientras los cuadros de soja de primera se aproximan a su cosecha con expectativas de rinde por debajo a los promedios históricos, los planteos de segunda informan pérdidas del área cosechable, ataque de plagas (trips, arañuelas y chinches), escapes de malezas resistentes como Yuyo Colorado y Rama Negra y reservas hídricas agotadas. 

La descripción de la Bolsa rosarina es similar en relación al pesimismo: hace un mes, con las sorpresivas lluvias que habían ocurrido en enero, había elevado su pronóstico a 49 millones de toneladas. Ahora, tras un mes y medio de sequía, el cálculo se derrumbó a 45 millones.

“La extrema variabilidad del clima hace recordar las condiciones de extrema sequedad en las que terminó la campaña gruesa 2017/18. Febrero y los primeros diez días de marzo no dejaron lluvias importantes a gran parte del área central. Hay pérdidas muy graves de rindes y de superficie sembrada”, remarcó la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR en su informe mensual nacional. 

Y también coincidió en que “aún no es posible estimar el piso de producción con la que terminará está campaña de soja de extenderse la falta de agua”.

De acuerdo con este reporte, la soja de segunda es la más afectada, debido a suelos que quedaron sin reservas, lo que derivarán en 850 mil hectáreas que directamente se perderán. Este año eso implica un fuerte impacto sobre la producción total, ya que las siembras sobre trigo representaron un tercio del global. 

En su informe semanal para la zona núcleo, en tanto, la Bolsa rosarina amplió que hay 1,12 millones de hectáreas de soja de segunda entre regulares y malas. 

En algunas regiones, ya se estiman pérdidas de hasta 50 por ciento, e incluso en los cuadros que presentan mejores condiciones, como por ejemplo los de Marcos Juárez, también hay descuentos de rinde. 

Maíz

En cuanto al cereal, la Bolsa porteña redujo su perspectiva de 46 millones de toneladas a 45 millones. La cifra está además 6,5 millones por debajo de la campaña previa, pero se mantiene ampliamente por encima del promedio de las diez campañas anteriores. 

“Luego de una semana con lluvias escasas en gran parte del área agrícola nacional, el estado de los cuadros de maíz con destino grano comercial comenzó a desmejorar. Esta baja en la condición del cultivo impacta sobre los rindes potenciales de parte de los lotes del cereal”, dijo la entidad.

La GEA, por su parte, destacó que los primeros lotes cosechados de maíz en la zona núcleo sorprenden con muy buenos rindes, y que ahora la expectativa está puesta en vez cómo impacta la falta de lluvias en los lotes tardíos que están en período crítico de definición de rendimientos. 

AGROVOZ

 

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