VOCACIÓN y PROFESIONES. ¿Qué estudios seguir?…

estudiantes

La vocación se amalgama a través del tiempo. La orientación futura comienza en la pubertad. Pero,en un mundo altamente tecnificado e informado aparecen complejas «des-orientaciones»…

Autores: Mónica Coronado, Viviana Navarta y Cecilia Utrero*

No sólo el mundo del trabajo hace demandas a la educación, de allí que los jóvenes se sientan a veces muy presionados al elegir una carrera u oficio.

La pregunta sobre qué hacer, qué camino emprender y cómo desplegar nuestros intereses y desarrollarnos como personas, ciudadanos y trabajadores emerge a lo largo de nuestras vidas; tal vez nunca con tanta urgencia como cuando se atraviesa la transición a la adultez.

En ese paso se despiertan intensas inquietudes respecto a qué es lo que nos interesa, lo que deseamos y podemos hacer, sobre las perspectivas que intentamos diseñar. El futuro pensado así, como posibilidad, como espacio de esperanza, habilita cualquier posible elección.

Con el egreso del Nivel Medio y la aspiración de dar continuidad a los estudios se enfrentan dudas y, asimismo, una oferta educativa amplia y a menudo difícil de interpretar. A esto se añade las complejidades de una época en la cual el esfuerzo y las nociones sobre el éxito, personal o social, se distorsionan.

Las inquietudes por aprender (desarrollar habilidades y competencias, lograr un título que habilite profesionalmente) y por obtener un trabajo llevan a las personas a buscar mayores niveles de conocimiento y formación.

Quienes nos ocupamos de los jóvenes nos encontramos con un panorama novedoso: por una parte, el incremento de la oferta educativa acontecido en la última década permite que muchos más jóvenes puedan estudiar carreras diferentes en cuanto a titulación, duración, forma de cursado, y, por otra, la realidad actual de los jóvenes ante el futuro.

Jóvenes que no estudian ni trabajan, desmotivados y apáticos, que no saben qué hacer de sus vidas; otros que sienten inquietudes pero están desorientados y se les hace muy difícil elegir; algunos que eligieron un camino y se “equivocaron” o “fracasaron” y tienen que volver a emprender su búsqueda; aquellos que creen saber qué quieren estudiar a partir de imágenes llenas de fantasía sobre la carrera o la profesión; muchos que quieren estudiar pero se sienten limitados por condiciones (económicas, familiares, personales, etcétera), y tantos otros que se encuentran inseguros respecto a sí mismos y sus elecciones.

La demanda

Estudiar y/o trabajar parece ser la cuestión a resolver. El mundo del trabajo requiere cada vez más mayores calificaciones en los trabajadores, que obtienen mejores puestos e ingresos en la medida en que tengan una formación acorde con los cambios tecnológicos, sociales y laborales. Los jóvenes entienden que son insuficientes los alcances de la escuela media en este aspecto y se sienten impulsados a buscar una formación acorde.

No sólo el mundo del trabajo hace demandas a la educación; también la sociedad, un proyecto de país, los ciudadanos como conjunto y de cada uno de ellos como sujetos con intereses singulares. Es entonces que todos ellos esperan que la educación provea esas calificaciones laborales o determinadas condiciones para un ejercicio pleno de la ciudadanía y ámbitos de desarrollo personal y profesional.

La oferta

Para dar respuesta a estas múltiples demandas, el ámbito educativo cuenta con diversas alternativas. La oferta educativa es muy amplia y diversa, lo cual a menudo confunde a los que están en proceso de búsqueda.

Por ello, nuestra provincia -Mendoza, Argentina- cuenta con un sistema educativo que ofrece diversos tipos de formación:

Carreras de nivel superior que, a la vez, se desarrollan en instituciones universitarias (de gestión estatal o privada) o en instituciones de educación superior provinciales (profesorados y tecnicaturas, en instituciones de gestión privada y estatal).

Oficios: para quienes quieren integrarse con rapidez al mundo del trabajo, a través de formaciones breves y orientadas a campos laborales específicos (por ejemplo metalúrgica, mecánica, carpintería, etcétera).

De este modo, un joven puede optar entre estudiar un oficio o una carrera; a la vez, cuando opta por una carrera puede elegir el ámbito (universitario o superior provincial); asimismo tiene que considerar qué parte de esa oferta puede desarrollarse en instituciones de gestión estatal (en general, gratuita) o privada.

El desafío de decidir

Para decidir qué estudiar es preciso mirar “hacia adentro”, reconocer los propios intereses, necesidades, expectativas y posibilidades, como también leer la oferta educativa con el fin de encontrar la que sea más adecuada.

Esto, que parece tan sencillo, entraña una serie de dificultades, una de ellas es la de poder mirarse a sí mismo identificando algo tan complejo como es lo vocacional. No se trata de una llamada o de una iluminación, la vocación se construye considerando intereses, capacidades, deseos, expectativas, necesidades, temores e inquietudes, como también el universo de elección, todas ellas dinámicas y a menudo cambiantes.

Se elige así en la incertidumbre y por ello siempre quedan dudas o interrogantes; la certeza suele ser rara en estos casos. Entonces, la mejor ayuda que podemos ofrecer a alguien que está viviendo este proceso es aceptar sus dudas, sus cambios repentinos, sus ensayos como algo valioso, pues de esas confrontaciones surgirá alguna elección. 

. Es oportuno el contacto de los jóvenes que desean estudiar con la oferta educativa, para facilitar la elección. Como sociedad debe preocuparnos que haya tantos jóvenes que no estudian ni trabajan, que no encuentran la motivación ni el camino para su inclusión en la misma; ofrecerles ayuda en esta búsqueda resulta imperativo. Como afirma Sergio Rascovan, “la pregunta a responder cuando los jóvenes finalizan sus estudios medios no es qué harán el resto de su vida, sino qué les gustaría hacer en la vida y por dónde quisieran comenzar” (1).

(1) Rascovan, S. (2012). Los jóvenes y el futuro. Buenos Aires, Noveduc.

*Docentes universitarias (UNCuyo) y de Nivel Medio y/o Superior de la provincia de Mendoza

La vocación se amalgama a través del tiempo. La orientación futura
comienza en la pubertad.  Pero,en un mundo altamente tecnificado
e informado aparecen complejas «des-orientaciones»…

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