TAMBOS INUNDADOS. Lo que se Puede Salvar Hay que Protegerlo. La Dichosa Napa Freática

Argentina – Las recientes precipitaciones complicaron al sector lechero en Córdoba y Santa Fe. En este contexto, el INTA asiste a las autoridades provinciales y municipales y productores con asesoramiento técnico y en la definición de medidas de contingencia para superar la emergencia.
Las abundantes precipitaciones de las últimas semanas pusieron en jaque a las principales actividades productivas de las regiones más afectadas como Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires.

El sector lechero es uno de los más comprometidos y, en este contexto, los técnicos del INTA asisten a las autoridades provinciales y municipales con asesoramiento técnico, mientras que acompañan a productores y tamberos con talleres, recomendaciones e informes técnicos que ayudan en la toma de decisiones estratégicas.

Gustavo Almada –jefe del INTA Carlos Pellegrini, Santa Fe– confirmó que la situación en los tambos es “realmente muy compleja” porque encuentra a los productores “sin reservas, sin silos de maíz ni pasturas, después de haber atravesado una crisis similar hace menos de un año”.

En ese sentido, expresó que “la gran mayoría de los tambos santafecinos está en problemas, en especial aquellos ubicados en el centro y sur de la provincia, zonas más afectada por las precipitaciones”.

Gustavo Almada confirmó que la situación en los tambos es “muy compleja” porque encuentra a los productores “sin reservas”.
Almada puntualizó: “Los tiempos biológicos no les dieron la posibilidad de recuperarse”. Y agregó: “En 10 días se registraron entre 350 y 450 milímetros de lluvias”.

En esta región, los técnicos del INTA participan de un comité de crisis en el que diseñan estrategias de acompañamiento para los productores, recopilan información para afinar el diagnóstico y organizan talleres con recomendaciones productivas y de manejo durante la emergencia.

A su vez, junto con los productores y autoridades sanitarias y políticas, el instituto colabora en la coordinación de movimientos de animales en riesgo a campos secos para recibir ganado de la zona inundada. “Hay tambos en condiciones de absorber parte de las vacas, pero de todos modos, habrá un gran impacto en la actividad lechera”, describió Almada.

La extensión, clave en situaciones extremas

Para los extensionistas Daniela Faure y Carlos Callaci, del INTA Rafaela –Santa Fe–, “la situación en los cascos urbanos y el área rural, como consecuencia de las precipitaciones que se produjeron desde diciembre y que alcanzan registros de entre 300 y 500 milímetros, es muy complicada”. Los especialistas recorren periódicamente el departamento Castellanos y asisten a diversos tambos afectados por los excesos hídricos en esa zona.

“La situación es muy complicada en todo el departamento”, coincidieron Faure y Callaci en su informe, que reconoce diferencias debidas a la situación topográfica de cada sector de la cuenca y sus posibilidades de escurrimiento.

Aún así, señalaron un factor común: “La napa freática se encuentra peligrosamente cerca en casi toda la superficie, e incluso en los lugares más bajos se encuentra al ras o sobre el nivel del suelo”. En este marco, un alto porcentaje de los campos están anegados y ya empiezan a evidenciarse signos de mortandad de plantas, tanto en pasturas de alfalfa como en cultivos de soja, maíz y sorgo.

En este contexto, al sistema de Extensión del INTA acompaña a los productores afectados y articula con las autoridades regionales, provinciales y nacionales, poder evaluar de manera eficiente y concreta las diferentes situaciones de los sistemas de producción y hacer propuestas para una mejor y más rápida salida de la situación.

 

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