Nicotina y Cotinina

La cotinina es uno de los alcaloides del tabaco y metabolito de la nicotina; estudios experimentales en ratas demostraron que, a largo plazo, la cotinina sería responsable de la hiperglucemia y la vasculitis desarrollada por fumadores.

Tabaquismo: además de nicotina, cotinina

La cotinina es uno de los alcaloides del tabaco y metabolito de la nicotina; estudios experimentales en ratas demostraron que, a largo plazo, la cotinina sería responsable de la hiperglucemia y la vasculitis desarrollada por fumadores. Los datos son el resultado de un trabajo de investigación llevado a cabo en la UBA, por medio del que también se puso a punto un método que permite aislar la cotinina y cuantificar el compuesto en sangre y orina.

La nicotina ha sido siempre la responsable señalada de los daños que provoca el tabaco sobre la salud. Pero en la actualidad, se conoce que otras sustancias presentes en el tabaco podrían ser también las malas de la película.

El tabaco es originario de América y pertenece a la especie botánica Nicotiana tabacum. Para los pueblos americanos precolombinos fumar tabaco era una costumbre religiosa, medicinal y ceremonial. Los efectos estimulantes se debían a su principal alcaloide: la nicotina. Sin embargo, aunque es el alcaloide predominante, en dependencia de las formas de tratamiento industrial y las modalidades de uso del tabaco, en el humo de combustión puede encontrarse una gran cantidad de sustancias. La nicotina lleva su nombre por quien fuera el embajador de Francia en Portugal, Jean Nicot, a quien se le atribuye la introducción del tabaco en Francia.

El modo de uso habitual -fumar cigarrillos, cigarros o pipa- favorece la introducción en el organismo de otras sustancias responsables de los efectos tóxicos, irritantes y cancerígenos, además de la nicotina, más de 4.000 productos tóxicos fueron aislados de la hoja de tabaco, como alquitrán, benzopireno, monóxido de carbono, nitrosaminas cancerígenas, elementos metálicos y radiactivos, por sólo mencionar algunos.

“La nicotina, a través de una de sus vías metabólicas se transforma en cotinina. Este metabolito es más duradero en la sangre que aquella, motivo por el cual decidimos estudiarlo”, explica a InfoUniversidades la doctora Adriana H. Sassone, docente de la UBA. “La cotinina no se transforma en nicotina”, aclara la investigadora. Luego de ser absorbida, la nicotina permanece en sangre entre una hora y media a dos horas. Se metaboliza, principalmente en el hígado, para transformarse en un 70-80% a cotinina. Por último, es eliminada por el riñón. La cotinina tiene una vida media de unas 30 horas, y es por este motivo que es sospechada de ser la responsable de algunos efectos que hasta ahora se le atribuían sólo a la nicotina”, continúa Sassone.

La técnica empleada se denomina por sus siglas en inglés HPLC (high performance liquid chromatography, o cromatografía líquida de alta resolución, en español) y permite, previa extracción y purificación, aislar la sustancia. Para la realización de la investigación también se efectuaron estudios con ratas Sprague Dawley, con el fin de analizar los efectos que exhibe la cotinina en el largo plazo y compararlos con los que produce la nicotina.

Los resultados obtenidos son concluyentes sobre el metabolismo de los hidratos de carbono, porque produce hiperglucemia; lo que convierte al hábito de fumar en un importante factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo II. En muestras de tejido de los roedores también se observó que desarrollaban un fenómeno inflamatorio en los vasos sanguíneos, denominado vasculitis.

“El cambio histopatológico básico encontrado en ratas tratadas crónicamente con dosis elevadas de cotinina es la vasculitis de arteriolas y capilares en diversos tejidos. Este cambio no fue observado en las ratas tratadas con nicotina en el mismo período. Los resultados son consistentes con la vasculitis observada en fumadores, por lo que se sugiere que la cotinina participa en las alteraciones vasculares inducidas por el tabaquismo. Además, las observaciones coinciden con la vasculitis hallada en fumadores y en sujetos que utilizaron parches de nicotina”, señala Sassone.

Para concluir, “la cotinina participaría tanto en la hiperglucemia inducida por el tabaquismo como en las alteraciones vasculares observadas en fumadores. La cotinina, además, puede ser considerada un interesante biomarcador de utilidad en orina y sangre para efectuar controles en pacientes que se encuentren en tratamiento para dejar de fumar” indica la investigadora.

“Este conocimiento implica un adelanto al poder establecer el papel que desempeña uno de los principales metabolitos de la nicotina en las alteraciones que se le atribuyen a esta última y plantea la necesidad de ampliar la investigación en experiencias futuras como, por ejemplo, la posible acción de la cotinina sobre la fertilidad”, finaliza Sassone

Los resultados del estudio permiten afirmar que la cotinina permanece en el plasma de los fumadores durante tiempos prolongados. Diversos autores describieron que en el fumador su concentración aumenta de manera gradual a medida que transcurre el día hasta alcanzar un máximo al finalizar la jornada y persiste durante la noche. Esto se debería a que la cotinina es eliminada de manera primaria por una ruta no renal y sufre una extensa reabsorción glomerular.

Los resultados surgidos de los estudios con ratas Sprague Dawley adultas para desarrollar una técnica de cuantificación de cotinina en plasma, y analizar los efectos de la administración a largo plazo de cotinina y nicotina permiten concluir que el método de HPLC desarrollado es, además de preciso y específico, consistente y confiable.

Rodolfo Zibell
Luis Vasta
Subsecretaría de Relaciones Institucionales
Universidad de Buenos Aires

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