INDUSTRIA FARMACÉUTICA. Estudian un Analgésico Opiáceo No Adictivo. Reemplazaría a la Morfina

Un analgésico no adictivo se muestra promisorio en ensayos con animales
Pero todavía hay que realizar estudios con humanos

 
Traducido del inglés:  30 de agosto de 2016 (HealthDay News) — Una investigación preliminar en monos sugiere que un nuevo medicamento quizá pueda ofrecer un alivio del dolor parecido al de opiáceos como el OxyContin, pero sin el mismo potencial de adicción o efectos secundarios graves.

El medicamento experimental «tiene el potencial de reemplazar a la morfina como el estándar de excelencia para el tratamiento del dolor grave», afirmó Andrew Coop, profesor y decano asociado de asuntos académicos de la Facultad de Farmacología de la Universidad de Maryland, quien está familiarizado con los hallazgos del nuevo estudio.

Hay una necesidad crítica de un analgésico que tenga la potencia de fármacos como el Percocet (acetaminofén y oxicodona), el OxyContin (oxicodona) y la morfina, pero sin los efectos negativos, dicen los médicos.

Actualmente, Estados Unidos se encuentra en medio de una epidemia de adicción a los opiáceos. Más de 40 estadounidenses mueren cada día debido a un mal uso de los opiáceos, según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU. Y los CDC informan que la venta de opiáceos se ha cuadruplicado desde 1999. En marzo de 2016, la agencia publicó nuevas directrices para la emisión de recetas, con la esperanza de controlar el aumento de la adicción.

«Tan solo en Estados Unidos, alrededor de 100 millones de personas necesitan mejores tratamientos para el dolor», comentó el Dr. Stephen Waxman, profesor de neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale y de la VA de Connecticut, en New Haven.

«Hay una clara necesidad de analgésicos más efectivos, que con algo de suerte alivien el dolor sin efectos secundarios centrales debidos a una adicción en el cerebro (como somnolencia, confusión o vista doble) y sin el estreñimiento ni el potencial de adicción», planteó Waxman.

El nuevo estudio, financiado por el gobierno de EE. UU., examinó un compuesto llamado BU08028, que es similar a un analgésico opiáceo llamado buprenorfina, apuntó el coautor del estudio, Mei-Chuan Ko, profesor de fisiología y farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake-Forest en Winston-Salem, Carolina del Norte.

La buprenorfina se conoce bajo las marcas Buprenex y Butrans. Como la marca Subutex, la buprenorfina se usa para tratar la adicción a la heroína.

Los investigadores evaluaron el nuevo fármaco en monos, y hallaron que no parece ralentizar la respiración, afectar el sistema cardiovascular ni provocar adicción en los animales. Al mismo tiempo, dijo Ko, parece ser mejor para la reducción del dolor que los analgésicos de venta libre.

Ko apuntó que el fármaco parece funcionar al desencadenar «receptores» que activan vías químicas en el cerebro.

Según el Dr. Wolfgang Liedtke, que está familiarizado con los hallazgos del estudio, uno de los sistemas de receptores disminuye algunos de los efectos secundarios problemáticos de los opiáceos. Liedtke es profesor de neurología y médico asistente del Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.

Ko dijo que los investigadores planifican desarrollar el fármaco en forma de pastilla.

El Dr. Caleb Alexander, profesor asociado de epidemiología de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore, se muestra escéptico ante la investigación. «Aunque los hallazgos son interesantes, los estudios con animales son notoriamente malos en la predicción de los resultados clínicos con los humanos», lamentó.

Alexander añadió: «no aguante la respiración esperando el primer opiáceo no adictivo. Ningún producto con esas características estará listo pronto».

En cuanto a otras salvedades, Liedtke, de la Universidad de Duke, dijo que es posible que el fármaco quizá no funcione para varias variedades de dolor, como hacen los analgésicos opiáceos existentes. Añadió que el nuevo medicamento también podría provocar una afección estomacal llamada gastroparesia, que señala es un efecto secundario común y molesto de los opiáceos.

Ko, coautor del estudio, no quiso especular sobre en qué momento el medicamento estaría listo para evaluarse en humanos, o cuál podría ser su costo. Pero apuntó que se están desarrollando fármacos similares, y espera que algunos lleguen a la próxima etapa de la investigación en un par de años.

Por ahora, dijo Alexander, «las dos cosas más importantes que podemos hacer respecto a la seguridad de los opiáceos es usarlo menos, e identificar y tratar a los que sufran de una adicción a los opiáceos».

El estudio aparece en la edición en línea del 29 de agosto de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Andrew Coop, Ph.D., professor and associate dean, academic affairs, University of Maryland School of Pharmacy, Baltimore; Stephen Waxman, M.D., Ph.D., professor of neurology, Yale University School of Medicine and VA Connecticut, New Haven, Conn.; Mei-Chuan Ko, Ph.D., professor, physiology and pharmacology, Wake Forest School of Medicine, Winston-Salem, N.C.; Wolfgang Liedtke, M.D., Ph.D., professor of neurology and attending physician, Duke University Medical Center, Durham, N.C.; Caleb Alexander, M.D., associate professor of epidemiology, Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health, Baltimore; Aug. 29, 2016, Proceedings of the National Academy of Sciences, online

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