Bosta y Energia. Los Biodigestores

bostaenerg324dUna vaca de 500 kgs puede producir tanto estiércol como 40 kgs en un día. A esa tasa podemos decir que un típico corral de engorde de 1.000 cabezas de ganado vacuno produce aproximadamente 280 toneladas de estiércol en sólo una semana.  Desecho y…olor. Sin embargo, con eso se puede producir enegía.

Imagen: Modelo de Biodigestor proyectado por Org. Proteger-Argentina

Queda claro que para los aproximadamente 1800 centros de engorde de ganado o cebaderos de los EE.UU., que tienen 1000 animales o más, el manejo del estiércol significa un importante problema de manejo. Actualmente, la mayor parte del estiércol se acumula y se utiliza como fertilizante orgánico, pero un porcentaje se pierde debido al escurrimiento

GENERANDO ENERGÍA DESDE LA BOSTA

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La Unidad Académica Confluencia de la Universidad Tecnológica Nacional desarrolla digestores de biogás en Neuquén. La utilización de los deshechos orgánicos de los pequeños propietarios rurales de la zona les permitirá dotarse a bajísimo costo de calefacción y electricidad.

Sí, ya sabemos que la Argentina tiene cosas poco comprensibles. Un siempre, hubo mal abastecimiento de gas natural en aquellos lugares de los que –justamente- se lo extrae. Quizás por eso, en Departamento Confluencia de la Provincia de Neuquén, la Regional de la Universidad Tecnológica Nacional, experimenta en la producción de biogás. Es decir, gas proveniente de residuos orgánicos.

Todos lo recordamos. En los ´90, en Plaza Huincul y Cutral-Có, se produjeron los primeros piquetes de los ex trabajadores de la YPF privatizada. Es un ejido urbano amplio, pero rodeado por grandes extensiones de tierra. Allí, se han desarrollado pequeños y medianos establecimientos rurales dedicados a la agricultura y ganadería lanar y caprina, pero también hay algo de ganado vacuno y aves de corral. Todos estos establecimientos, como así también los pobladores autóctonos mapuches, viven ante cordillera andino-patagónica. Todos se dedican a producciones semejantes y se hallan aislados de los centros poblados. Al menos, lo suficiente como para que ni el Sistema Eléctrico Interconectado Nacional, ni la Cooperativa de Electricidad (COPELCO), ni tampoco ningún gasoducto troncal o secundario los provea de electricidad y combustible. En pocas palabras, allí nadie tiene luz ni gas natural. Pese a estar a 60 Km. de El Chocón y a metros de los yacimientos de gas.

Este fue el diagnóstico que hizo el Grupo de Estudios sobre Energía y Ambiente de la Unidad Académica Confluencia de la UTN al adjudicarse un premio del ENIM (Ente Autárquico Intermunicipal de Desarrollo) en un Concurso de Proyectos Innovadores. La idea está llena de posibilidades: procesar los residuos orgánicos de los animales y utilizar este recurso para generar energías alternativas. (Y, de paso, mantener la región ecológicamente pura). Es decir, producir luz y cualquier condición climática. El biogás puede convertir a estos pobladores en ciudadanos con los mismos derechos de acceso a servicios de energía que los que tiene un habitante de cualquier gran ciudad argentina. ¿Cómo? Aplicando el antiguo conocimiento de la fermentación de residuos orgánicos en digestores.

Modestas plantas de bioenergía se utilizan con éxito en países como Estados Unidos, Brasil, China e India, generalmente en sus poblaciones rurales. Su combustión es limpia (sólo produce emisiones pequeñas de dióxido de carbono, dióxido de azufre y óxidos del nitrógeno) y, por supuesto, su fuente es renovable. Asimismo, al ser un combustible libre de azufre (nunca supera el 1%), estas plantas pueden utilizarse para compensar las emisiones de monóxido y dióxido de carbono, dióxido de azufre, de toda planta que opere con combustibles fósiles. Mediante la construcción de un biodigestor en cada unidad rural, se puede obtener mediante el uso de las excretas animales, humanas y residuos orgánicos (vegetales, hortalizas, pasturas, etc.) biogás, compuesto en un 65-75% de metano y 35– 25 % de dióxido de carbono. Además, este gas puede ser sometido a un proceso de separación o ser utilizado directamente como combustible para grupos generadores de electricidad de baja, mediana o alta potencia, según sean los requerimientos.

La UTN y el biogás. El proyecto se encuentra en su etapa de investigación y desarrollo. Es decir, en las pruebas para la construcción y puesta en marcha de un biodigestor piloto en la zona de influencia de la Unidad Académica. “De momento, lo estamos haciendo funcionar en la playa de estacionamiento de la Unidad Académica, por razones de seguridad, ya que está instalado con un sistema de ordenadores, bombas y sensores, que son muy costosos”, afirma Bernardo Bucki, coordinador del proyecto. Pero una vez adecuados y optimizados los parámetros del mismo, se prevé su transferencia al ENIM, a fin de que éste transfiera el modelo a cada poblador a través de un crédito. Y el Grupo de Estudios sobre Energía y Ambiente de la UTN recibirá una retribución por cada equipo que se instale con su asistencia que, a mediano plazo, le permitiría autofinanciar sus actividades.

La metodología que se aplica consiste en el monitoreo y evaluación del modelo de acuerdo a las condiciones de temperatura, calidad y composición de los efluentes que se pueden generar y recoger en la zona árida de la precordillera andino patagónica. El desarrollo del biodigestor se hará sobre la base de un modelo de diseño ya existente, para ponerlo en régimen de funcionamiento mediante un procesador de datos y, así, efectuar todas las mediciones y registros necesarios. Una segunda fase de adecuación permitirá simular las mediciones y condiciones extremas para un correcto funcionamiento de los mismos o de modelos más avanzados. Estas dos primeras fases se realizarán a nivel de laboratorio y de modelado matemático.

La instalación del biodigestor piloto se prevé en alguna pequeña explotación de crianceros –agrícola-ganaderos para permitir el monitoreo “in situ”. Es decir, en condiciones similares a las de operación que tendrán todos los biodigestores que se construirán luego de la transferencia de la tecnología al Ente adoptante. El digestor experimental tiene una capacidad aproximada de 6 metros cúbicos de volumen, y su colocación se efectuará, en acuerdo con el ENIM, en un sitio representativo de las condiciones finales de trabajo, y cercano a la Unidad Académica. Estas condiciones prevén su ubicación en un punto lo más equidistante posible de las viviendas y de los corrales, que son los lugares donde se acumulan los deshechos orgánicos. De esta manera, el digestor estará además, cerca de los puntos de consumo del gas y del generador. Pero también, se abrió otro campo de oportunidades nuevo. “En base a nuestro desarrollo y a la publicación de nuestros trabajos en congresos nacionales e internacionales, revistas y actas, estamos actuando como centro de asesoramiento en este tema a investigadores de otras universidades, tanto del país como del exterior. Y ahora hemos tenido también contacto con empresas y empresarios rurales para construir o asesorar en la construcción de biodigestores en sus campos o corrales”, aseguró a MI el jefe del proyecto.

Original de Mi Club Tecnológico.

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